martes, 3 de mayo de 2011

3 DE MAYO El DÍA DE LA SANTA CRUZ EN MOMPOX

La Villa de Santa Cruz de Mompox fue fundada por Don Alonso de Heredia, Adelantado de la Gobernación de Cartagena y hermano del fundador de esa misma ciudad, Pedro de Heredia, el día 3 de mayo de 1537, después de librar combates contra la tribu Kimbay, derrotando al cacique Mompoj (identificación en lengua Malibú).
En la época independentista, prácticamente desaparece "Santa Cruz de" y entra a denominarse "MOMPOX" y así aparece en los documentos del Presidente Gobernador del Estado de Cartagena de Indias de fecha 3 de noviembre de 1812. Desde entonces en todos los actos oficiales y notariales, se viene denominado Mompox o Mompos, siendo válidas ambas acepciones por la evolución idiomática.

Desde la fundación de la ilustre Villa de Santa Cruz de Mompox, en su condición de Provincia, cuya jurisdicción competía y limitaba con las Provincias Cartagena de Indias y con Santa Marta, mantuvo estrechas relaciones con los pueblos y villas que crecieron a su alrededor, más por inercia y voluntad de sus habitantes que por la mano del gobierno. La historia de los pueblos de la región, sumergida en documentos de conquistadores, en cartas de gobernadores, en minutas de escribanos que reposan en los anaqueles y plúteos de los archivos de Mompox, Cartagena y Santa Marta, parece que fuera una sola. Por la franja de las villas de Nuestra Señora de la Candelaria de El Banco, Nuestra Señora del Carmen de Barranca Bermeja (Guamal), Santa Ana de Buenavista, Santa Bárbara de Pinto, Pijiño del Carmen, San Sebastián de Michichoa y San Zenón de Navarro, refundadas, organizadas y reglamentadas por don Fernando de Mier y Guerra, cuya sede administrativa y permanente desde 1745 hasta 1770, fue la Villa de Mompox por orden expresa del Virrey. Jurisdicción que siglo y medio después, de 1910 a 1914, con la creación del Departamento de Mompox, ejercería La Valerosa, incluyendo también los vastos territorios de la Provincia de Ocaña.

En tiempos precolombinos, las propias tribus pertenecientes a las valientes naciones Chimilas y Malibúes, Pocabuyes y Zondaguas, se hermanaron tanto que fueron ellas quienes se opusieron por más de treinta años a la penetración de Yuma por parte de los invasores. Según cuentan los cronistas, desde el 1 de abril de 1501, fecha en que Rodrigo Galbán de Bastidas, descubre el inmenso mar de aguas dulces y lo llama Río Grande de la Magdalena, hasta que Jerónimo de Melo logra remontarlo en 1533, se realizaron más de cien expediciones para adentrarse, pero siempre encontraron el escollo de la indiada que cada treinta o cuarenta leguas tenía montada una trinchera. Los descendientes de esas mismas naciones darían paso a tantas y tantas poblaciones, cuya vida y desarrollo estaría emparentada con el inusitado crecimiento de la ciudad de Mompox, cuya grandeza y prestigio a lo largo de tres siglos sería determinante, que desde los primeros champanes, hasta los últimos buques de vapor que debieron someterse a las políticas fluviales y al gravamen de la boga, tributo impuesto por el ayuntamiento de la ciudad.

El oro, una de los principales objetivos del descubrimiento del Nuevo Mundo, también fue una de las principales actividades de la ciudad de Mompox, pues la fortaleció como centro del movimiento mercantil, tanto legal como de contrabando. De todos los rincones de la patria llegaban mercaderes en champanes con bultos de tela y de sacos de harina para canjearlos por castellanos, tomines y doblones. Nació la orfebrería que le daría tanto prestigio a sus artistas en las cortes europeas.

En fin, la Villa de Santa Cruz de Mompox, acaudilló el progreso de la región con la primera Sociedad Económica de Amigos del País, la instalación de muelles y astilleros, se fundó la primera Universidad que ubicaría a la ciudad en el primer lugar en materia educativa, no solo en el Caribe colombiano, sino en todo el territorio nacional, pues fue de allí, del Colegio Universidad “San Pedro Apóstol”, de donde surgieron los primeros juristas, filósofos, médicos, gramáticos, pedagogos y políglotas de esta parte del mundo.

A la ciudad se le abona que fue en sus casonas de aldabones de hierro y paredes gruesas de argamasa donde germinaron las primeras luces independentistas que se materializarían en la creación de la Confederación Granadina y posteriormente con los Estados Unidos de Colombia, que no fue otra cosa que el levantamiento del pueblo contra el odioso centralismo santafereño. Mompox, la ilustre y blasonada villa, en otras épocas fue la ciudad a donde acudían los habitantes de la región en busca de algún aliciente, atrajo a los de su región y también a pobladores de otras regiones, entre esos los pueblos del sur del Magdalena, cuando vivieron en todo su rigor el centralismo samario.


Tomado de la JOCE G. DANIELS G.

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